El tercer punto refiere a la omisión que hace
el Manifiesto Comunista en relación a la “organización territorial del mundo en
general y del capitalismo en particular”, esto refiere a la conformación
administrativa de los Estados que fue lograda hasta después de la descolonización
de la Segunda Guerra Mundial. El Estado debía estar definido territorialmente,
organizado y administrado para poder responder a los intereses de la burguesía.
El cuarto punto que desarrolla Harvey es
sobre las instituciones que median la acumulación del capital, el autor nos
dice que probablemente el Manifiesto se queda corto en este sentido por los
pocos descubrimientos sobre las relaciones del dinero. En este sentido es
evidente, hoy en día, que el estado no es la única institución mediadora,
existen otras como los grandes bancos centrales, el FMI, etc. Las relaciones
entre las condiciones locales y específicas representan un problema y propician
que estas instituciones adquieran un poder independiente.
El quinto punto se centra en el argumento que
plantea el Manifiesto Comunista de manera acertada, sobre el progresivo
sometimiento del campo a la ciudad o de cualquier territorio con poco
desarrollo industrial a uno más avanzado, además la industrialización se vuelve
el catalizador de una mayor unidad de la clase trabajadora.
El último punto, es la idea de homogeneización del trabajador y las fuerzas
de trabajo a nivel mundial en territorios geográficamente muy diferentes, el
autor advierte que es necesario considerar las distintas condiciones locales y materiales
porque si bien el capitalismo consolida y unifica a las clases trabajadoras,
también profundiza ciertos aspectos de distinción que no hay que pasar por
alto.
Al complejizarse las relaciones socio-económicas
de acumulación del capital, igualmente se complejizan las formas de revolución
social que propone el Manifiesto Comunista, en este sentido el imperativo “Proletarios
de todos los países, uníos” conlleva nuevas configuraciones geográficas que se
han presentado en los últimos años como el distanciamiento geográfico de los
trabajadores industriales. Aun así es de una enorme relevancia consolidar un
movimiento de escala espacial para contrarrestar las estrategias geográficas de
acumulación del capital, ya que en la actualidad como en los siglos anteriores
los problemas estructurales del sistema siguen siendo muy parecidos.

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